Aumentan las restricciones en torno al cigarrillo electrónico

Desde que, a finales de octubre, se permitiera la venta del cigarrillo electrónico en los estancos, por considerarse artículo de fumador, no han dejado de producirse novedades en torno a este producto y su comercialización. Tras las propuestas de varios partidos políticos, el Ministerio de Sanidad propondrá hoy a las comunidades autónomas equiparar el cigarrillo electrónico a otros productos de tabaco y aplicarle la misma regulación. La medida ministerial va en paralelo a la tomada por el Parlamento Europeo, que esta misma semana ha decidido clasificar el cigarrillo electrónico como producto de tabaco.

A efectos de consumo, esta equiparación podría limitar las áreas en las que se podrá «vapear», y si se aplica la misma normativa que al tabaco se impedirá esta práctica en espacios públicos cerrados, oficinas, hostelería y centros de salud o educativos. Queda por determinar qué otros efectos podría tener en lo referente a su comercialización, que podría sufrir algunas restricciones.  Por el momento, estas se limitan a condiciones en su producción, ya que los fabricantes de cigarrillos electrónicos deben solicitar una autorización para sacar al mercado sus productos. También existen limitaciones en cuanto a la concentración de nicotina, que se reduce a 20 miligramos por mililitro, y las recargas, que no pueden superar los dos mililitros.