2018: el estanco fija la vista en el cigarrillo electrónico y la trazabilidad

2018 se presenta como un punto de inflexión para el estanco, y un impass hacia lo que puede ser el futuro próximo de este negocio. En ese sentido, todos los datos indican que significará la consolidación del cigarrillo electrónico; además, el sector se prepara ya para la puesta en marcha de un proyecto largamente esperado, la trazabilidad del tabaco, que entrará en vigor en 2019.

Segunda generación de cigarrillo electrónico

Desde su aparición en 2013, el cigarrillo electrónico no ha dejado de expandirse en España. Y aunque sufrió algún descenso en 2014, su consumo remontó en 2015 y 2016. El año 2017 trajo consigo la regulación de su producción y comercialización y su equiparación a otros productos del tabaco. Además, el pasado año vio nacer la segunda generación de cigarrillos electrónicos, con dispositivos como iQOS, de  Philip Morris, que calientan el tabaco sin llegar a la combustión.

Esta compañía tabaquera ha sido la primera en apostar por un nuevo tipo de cigarrillo electrónico, fruto de una inversión en innovación tecnológica cercana a los 3.000 millones de dólares. Le siguen a la zaga JTI, con su dispositivo para tabaco sin combustión, Ploom Tech; y BAT, que cuenta con un dispositivo similar bautizado como GLO.  En lo que respecta al cigarrillo electrónico clásico, que seguirá conviviendo con el tabaco clásico, todas las grandes compañías cuentan con productos propios: Philip Morris con Solaris; Imperial Tobacco con Blu; Japan Tobacco Internacional (JTI) con Logic y BAT con Vype.

El sector apunta que en su conjunto, y en sus distintas modalidades, el cigarrillo electrónico facturará en 2020 un total de 30.000 millones de dólares (25.500 millones de euros). Por este motivo, desde los estancos, y también desde las gremiales, se han acogido de buen grado los últimos cambios normativos, y las últimas innovaciones tecnológicas de las tabaqueras.

Trazabilidad del tabaco

Otro de los hitos que marcarán 2018 para el estanco es la trazabilidad del tabaco, aprobada en mayo de 2016, pero que no entrará en vigor hasta el próximo ejercicio. En mayo de 2019 entrará en vigor la normativa europea que obliga a garantizar la trazabilidad de cigarrillos y tabaco de liar.

Sin embargo, 2018 será, como los últimos años, un banco de pruebas de dicha medida. De hecho, Logista ya está testando la trazabilidad, escaneando el producto en toda la cadena de producción y distribución, de forma que al llegar al estanco pueda saberse su procedencia y toda la ruta que ha seguido. Con esta medida, la Unión Europea, la Industria y los estancos podrán garantizar la autenticidad del tabaco y en caso de duda, el consumidor podrá comprobar su procedencia. De este modo se atajará la venta ilegal de tabaco, que sigue causando estragos en las cuentas del Estado, la Industria y los estancos.