Guerra al tabaco en la escena

Tras mes y medio de aplicación de la nueva ley antitabaco en España, se recrudecen los ataques a este producto, ahora también en la figuración escénica en vivo.La última muestra de esta encarnizada batalla ha sido la denuncia, esta semana, al musical Hair, por permitir que sus actores fumaran como parte de la representación de la obra. Lejos de reflexionar sobre la racionalidad de esta denuncia, algunos responsables políticos como Leire Pajín han azuzado la polémica defendiendo esta postura declarando que «hay muchas formas para disimular que se fuma«, obviando la importancia de ser fieles a una realidad social o a un guión. La reacción no se ha hecho esperar y el sector del Teatro y el Cine ha empezado a movilizarse para proteger la libertad de expresión artística tanto en la creación de una obra como en sus manifestaciones.

La polémica sobre la representación del consumo de tabaco en las artes escénicas y figurativas no es nueva ni exclusiva de España ya que existen en otros países como en EE.UU. diversas iniciativas legislativas para limitar o eliminar la imagen de personas fumando, sobre todo en el cine y en la publicidad, algo con lo que no todos han estado de acuerdo. Así ocurría también en Francia, donde en 2009 se exigió la retirada de la cartelería que anunciaba una película biográfica de Serges Gainsbourg, un famoso cantante galo conocido por su afición al tabaco y al que era muy difícil ver sin un cigarrillo entre las manos, tanto en la vida real como en sus apariciones en televisión.

La polémica llegó al paroxismo varias veces en el país vecino a consecuencia de una ley aprobada en 1991 que exigía censurar las imágenes en las que personajes históricos de la cultura francesa aparecieran fumando: de esta forma se manipularon carteles o fotografías de personajes reales como Jean-Paul Sartre o Alain Delon para sustituir sus cigarrillos originales por objetos varios.  Esta ley ha encontrado finalmente una rectificación legislativa el pasado día 19 de enero primándose ahora el respeto al patrimonio artístico y cultural.

Otros países como India, ya han prohibido la aparición de personas fumando tanto en el cine como en la televisión. La Unión Europea, por su parte, no ha llegado a ese extremo aunque prohíbe desde 2005 toda publicidad del tabaco, sea cual sea el soporte utilizado.