“Fumar o no fumar es una decisión personal que corresponde al individuo, no al Estado”

Entrevista a Javier Blanco Urgoiti, portavoz del Club de fumadores por la Tolerancia

El pasado 16 de septiembre el Congreso de los Diputados decidía excluir al Club de Fumadores por la Tolerancia y a los representantes del ocio nocturno de las comparecencias de expertos que tendrán lugar durante este mes en el seno de la Comisión de Sanidad y Consumo, con motivo de la tramitación de la reforma de la Ley anti tabaco. Apenas unas horas después hablábamos desde Interestanco con Javier Blanco Urgoiti,  portavoz del Club de fumadores por la Tolerancia, una organización que nace en 1995 con el fin de defender la convivencia pacífica y respetuosa entre fumadores y no fumadores.

Son ya unos cuantos años los que lleváis trabajando por la tolerancia …

Pues sí, esta organización no nace de una moda ni es una reacción contra la ley anti tabaco, es muy anterior a todo eso. Nuestra filosofía va en sintonía con el lema elegido para nuestra actual campaña de rechazo a la nueva ley: “Prohibido prohibir”, tomado del 68 francés y que viene a significar que la solución no es prohibir sino educar y dialogar. Curiosamente quienes en 1968 defendían este lema y otros como “Imaginación al poder”, también en España, son los que ahora están en el poder …

¿Cómo se interpreta desde su organización la negativa del Congreso de los Diputados a escuchar sus argumentos contra la próxima reforma de la ley antitabaco?

Nunca planteamos la entrega de firmas, realizada recientemente, como medida de fuerza para comparecer en el Congreso pero sí para significar el peso popular de la opción que representamos, que es la mayoritaria porque la gente no quiere más prohibiciones; lo demuestran nuestros 100.000 socios y las más de 500.000 firmas recogidas. La comisión de Sanidad y Consumo del Congreso piensa que no somos representativos a pesar de nuestro número de socios y de las firmas en contra de la reforma. Llama la atención que sin embargo llame a consulta a la Asociación de Economistas de la Salud ¿por qué se les llama, qué pueden aportar? Entendemos que se encargan de la Economía aplicada a la Salud pero no de la Economía de la Hostelería, que será una de las más afectadas si se aprueba la reforma prevista. Del mismo modo, me pregunto por qué hay que sentar a 2 sindicatos generalistas en esta mesa ¿No sería más adecuado contar con una representación más especializada como la Asociación de Maitres y camareros? ¿Por qué no se da cabida al sector del ocio nocturno, probablemente uno de los que más sufrirá las consecuencias de la reforma? La comisión ha elegido una forma de realizar el debate nada neutral, desequilibrada. Parece que no quieren que este debate trascienda a la opinión pública y eso es malo para la democracia.

Mientras tanto en parlamentos autonómicos como el vasco ya se habla de prohibir el consumo de tabaco en parques infantiles…

Lo que viene a demostrar este tipo de iniciativas es que las políticas anti tabaco no van encaminadas a proteger el derecho del no fumador sino que pretenden sobre todo el acoso al fumador. No tratan de proteger al inocente sino forzar al fumador a dejar de fumar y eso es malo desde el punto de vista democrático porque fumar o no fumar es una decisión personal que corresponde al individuo, no al Estado.

Sí pero el argumento del prohibicionismo es la salud …

Sí, sabemos lo que es bueno y malo pero también tenemos derecho a asumir las consecuencias de nuestros comportamientos. El Estado debe dar información veraz y la persona decide. En ese sentido hay que legislar y controlar la fabricación para que se ajuste a unos criterios, asimismo debe legislarse e impedir el acceso de los menores al tabaco pero no tomar decisiones sobre lo que puede o no hacer un adulto. La libertad es riesgo y por eso es fundamental defender la libertad asumiendo sus riesgos. Lo contrario es peligroso y nos recuerda a lo descrito por Aldous Huxley en “Un mundo feliz” o George Orwell en “1984”, con estados totalitarios, pensamiento único, etc: sin riesgos pero también sin libertad.

También hay un choque entre la libertad del fumador para fumar y la del no-fumador para no respirar humo…

Efectivamente pero no son posturas incompatibles y la forma de conciliarlas es la tolerancia, que es la que siempre han ejercido los no-fumadores con los fumadores. Tolerancia significa permitir al otro hacer algo que te perjudica siempre que no se exceda. Es parecido a lo que te puede ocurrir si tu vecino organiza una noche una fiesta. Lo tolerarás si lo hace de vez en cuando pero no si lo hace todos los días. Por eso la tolerancia ejercida tradicionalmente por el no fumador debe ser respondida con respeto por el fumador, que debe mantener unas normas básicas de educación y civismo como pedir permiso, no fumar dónde está prohibido hacerlo y fumar con moderación. Por eso pensamos que la Ley anti tabaco debe buscar un punto intermedio, que proteja al no fumador pero sin echar al fumador a la calle. Hay en Europa ejemplos de puntos intermedios, luego es factible.

¿Cree que las prohibiciones pueden acabar con el consumo de tabaco? ¿Podría llegar a prohibirse totalmente el consumo de tabaco?

Las prohibiciones no tienen el efecto esperado y suelen ser el inicio de problemas nuevos. La gente no va a dejar de fumar tabaco y si lo prohibieran el fumador compraría tabaco de contrabando. En consecuencia consumiría una sustancia que no pasaría los pertinentes controles de Sanidad y Consumo y alrededor de este mercado nacerían mafias y crecería la delincuencia. Esto, de hecho, es lo que ocurre en países que prohíben el consumo de tabaco y que cuentan, como todo el mundo sabe, con una enorme tradición democrática como Bután. No hay que llegar tan lejos, también crece el contrabando cuando se sube el precio del tabaco.

En ese sentido, ¿cree que las subidas de precio del tabaco inciden realmente sobre su consumo?

Es sorprendente que la gente se crea que a un 10% de subida del precio del Tabaco le corresponda matemáticamente un 3% de bajada en el consumo como dicen algunos expertos. Echen sus cuentas: en España el precio del tabaco ha subido un 300% en los últimos 10 años; según estos expertos deberíamos haber vivido un descenso del 90% en el consumo. Sin embargo, aunque ha bajado, no lo ha hecho ni mucho menos en esa proporción. Lo que sí ha ocurrido es que ha crecido el contrabando y la venta ilegal de Tabaco. Esto será un problema no sólo a nivel policial, sino económico: hay 15.000 estancos en España, con sus correspondientes familias viviendo del negocio legal de venta de Tabaco…

¿Y las campañas publicitarias o las viñetas en los paquetes, han reducido el consumo?

Cuando no existían aún las viñetas de prevención en los paquetes y sí estaba autorizada la publicidad de marcas de Tabaco algunos médicos aseguraban que la edad media de inicio en el consumo de Tabaco estaba en los 11 años. Eso supone afirmar que aunque algunos menores podían iniciarse con 14 años, otros muchos estarían haciéndolo con 8 años; obviamente no es cierto. Además, la prohibición de la publicidad de Tabaco y las viñetas no han incidido como se esperaba en el descenso del consumo.