Acaba 2011, un año convulso para el sector estanquero

2011 no será gratamente recordado por los estanqueros en el futuro: la entrada de la Ley antitabaco más restrictiva de la Historia de España y parte de Europa, la guerra de precios entre tabaqueras, el aumento del contrabando y los problemas de financiación del propio Estanco de tabacos han marcado para el sector el año que ahora finaliza.

2011 empezó levantando en armas a todo el sector tabaquero con la puesta en marcha por parte del entonces Gobierno socialista de una nueva ley, vigente aún hoy, que prohíbía fumar en el interior de todos los locales de hostelería. La reacción no se hacía esperar y los hosteleros ya manifestaban su oposición a la nueva medida, advirtiendo sobre las probables pérdidas económicas que ocasionaría. Más tarde, y con cifras en la mano, saldrían a la calle para pedir un cambio en la legislación, aunque no obtendrían respuesta positiva por parte del Gobierno.

En medio de una profunda crisis económica y política, otros colectivos, desde el estanquero hasta el cultural, pasando por los propios ciudadanos, denunciaban a su vez el efecto negativo que la Ley antitabaco tendría no sólo sobre la Economía sino también sobre el ejercicio de las Libertades Públicas. Otros sectores, como el farmacéutico, el de fabricación de terrazas o el de venta y distribución de calefactores, aprovechaban,sin embargo, la ocasión para multiplicar sus ganancias, aunque estas, a la postre no han podido suplir el perjuicio económico causado por la citada norma.

Desde el sector del Estanco se sentía ya en los primeros meses de 2011 el descenso paulatino de las ventas de tabaco. Por este motivo, todo el sector tabaquero se ha visto obligado a renovarse y hacer uso de su creatividad, desde la parte productora, invirtiendo en innovación y tecnología, y la distribuidora, añadiendo nuevos productos a su oferta habitual, hasta los propios fumadores.

Para colmo de males, Mayo llegaba con una nueva guerra de precios del tabaco bajo el brazo, que se agudizaría en Junio y no se resolvería hasta pasadas varias semanas, a pesar de las constantes presiones por parte de los estanqueros para una intervención imediata del Estado y de los agentes implicados. Tras todo ello, llegaron algunos gestos esperanzadores, todos ellos desde el sector empresarial y privado, como las políticas anticontrabando incentivadas por algunas tabaqueras, la proliferación de clubes de fumadores y nuevas formas de distribución, con las que no todo el sector estanquero estuvo de acuerdo, aunque a la postre le ha traído más beneficios que perjuicios.

En el último mes, la campaña electoral para las elecciones generales encendía de nuevo esperanzas de cambio para los sectores relacionados de un modo u otro con la producción, venta y distribución de tabaco. La entonces oposición, ahora partido gobernante, dejaba entrever posibilidades de cambio en la Ley antitabaco vigente aunque a apenas 72 horas de 2012, no se han confirmado.

Durante 2012, por lo tanto, e independientemente de lo que ocurra con la Ley antitabaco, el sector del estanco deberá seguir reinventándose para sobrevivir, algo a lo que está acostumbrado el gremio desde sus inicios en el siglo XVII.

Sea como fuere, Feliz y próspero 2012 para todos.